martes, 19 de julio de 2011

El celular: ¿Cómo nos cambió la vida diaria?

Juan Mujica

Mis primeras memorias de los celulares son por el año 1994, cuando trabajaba al año siguiente de haber acabado el colegio, en una oficina. Fue en ese tiempo cuando vi por vez primera los celulares. Sin embargo, no eran como los vemos ahora, sino mucho más grandes, como ladrillos y sus antenas. Era un lujo el poseerlos y solo los tenían los empresarios, profesionales y demás personas que se suponía que eran acaudaladas.

En el año 1997 estuve dentro del negocio de la venta de los celulares. No obstante, para ese año ya la popularización de su uso había aumentado, pero todavía podría decirse que no cualquiera tenía uno. Y por razones que no recuerdo bien, de repente porque tenía que ser un “tocapuertas”, renuncié y continué luego de un tiempo con mis estudios preuniversitarios.

Ya en el año 1998, la masificación de los celulares era evidente, y muchos de mis compañeros del instituto donde estudiaba tenían uno. Por supuesto que todavía la forma de ladrillo era popular. Así que todavía tenía que mirar a esas personas con cierta envidia. No obstante, comprendía que poseer uno representaba un gasto que no podía darme el lujo de pedir.

A partir de 1999 durante mis estudios de periodismo fue que realmente el número de celulares había salido de proporción y ya empezaba a sentir una necesidad de comprarme uno. Sin embargo, no fue hasta el año 2004 que pude al fin tener mi primer celular. Ese momento fue muy significativo en mi vida y aunque ya no era para mostrarlo en público, tenía cierta conformidad. Como que estaba dentro de un estatus social. Así que ya se imaginarán que no fue el único que tuve, ya que posteriormente perdí ese y dos siguientes.

Hoy en día tengo mi cuarto celu y lo cuido muy bien. No me importa que no tenga cámara de fotos ni otra cosa superflua. Me conformo que tenga radio y las funciones básicas. Con eso es suficiente por ahora. Así que ahora que hasta los comerciantes tienen celulares, no nos cuesta nada ponernos a pensar cómo ha cambiado nuestras vidas su uso cotidiano.

Se dice que actualmente el número de celulares en el mundo supera los 5 mil millones, y que en Perú habría unos 20 millones activos. Así que a pesar que solo hay tres o cuatro operadores en el país, parece que por la demanda el costo de estos aparatos se ha mermado. Aumentando así el número de compradores por año. ¿Dónde continuará la locura de la comunicación móvil? ¿Qué pasaría si se masificara la telepatía? ¿Preferirías esta última? 

Definitivamente que si pudiéramos aprovechar el porcentaje que nos falta por utilizar de nuestra capacidad cerebral, y que esto sirviera para facilitar la comunicación, de hecho que la preferiríamos, aunque tal vez no tendríamos secretos en nuestras mentes. Esos tiempos serán revolucionarios. Por lo pronto me viene a la memoria aquellas imágenes vanguardistas de Meteoro con una especie de celular en los años 60 y el “cono del silencio” del Agente 86 de quizá la misma época. ¿Aló?

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