lunes, 12 de mayo de 2014

Oda a mi sombra

Juan Mujica

Inseparable guardián que vigila,
compañero de aventuras y desdichas,
te doy libertad para recorrer el mundo
no te quedéis aquí conmigo,
pues el sufrimiento se aproxima.

A la hora de mi muerte,
no entréis a mi féretro,
pues tu existencia goza de muchas vidas,
mientras que la mía termina mañana.

Estimada sombra:
Sé que tu apariencia no es corpórea,
pero tu ventaja es que tuviste que padecer,
los golpes que recibí y
no sangraste como yo envida,
por eso luego del réquiem,
no llores por mí, sigue tu camino,
cual ave nocturna, que recorre
los derroteros de un ecosistema,
diferente a los de los años vividos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario