Juan Mujica
Inseparable
guardián que vigila,
compañero
de aventuras y desdichas,
te doy
libertad para recorrer el mundo
no te
quedéis aquí conmigo,
pues el
sufrimiento se aproxima.
A la
hora de mi muerte,
no
entréis a mi féretro,
pues tu
existencia goza de muchas vidas,
mientras
que la mía termina mañana.
Estimada
sombra:
Sé que
tu apariencia no es corpórea,
pero tu
ventaja es que tuviste que padecer,
los
golpes que recibí y
no
sangraste como yo envida,
por eso
luego del réquiem,
no
llores por mí, sigue tu camino,
cual
ave nocturna, que recorre
los
derroteros de un ecosistema,
diferente
a los de los años vividos.
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