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jueves, 25 de junio de 2020

¿Michael Jackson pudo haber tenido la misma suerte que Bob Dylan?

Cómo no recordar al "rey del pop", Michael Jackson, quien dejó de existir hace 11 años; en el 2009 y teniendo apenas 51 años. Ahora la pregunta del "millón", ¿qué tiene que ver "el caminante lunar" con Bob Dylan? Hagamos un poco de memoria. El 13 de octubre del 2016, la Academia Sueca le otorga el Premio Nobel de Literatura a Dylan, motivando un "tsunami de críticas" en todo el planeta. Y en las primeras planas de medios de comunicación escrita, radial, web y televisiva, su nombre resaltó a todo pulmón y con energía volcánica, que por vez primera un músico alcanza tal distinción.

Seguramente muchos de ustedes, primero se estarán ubicando en esa época y lo que hacían en ese tiempo. Yo también me sumaba y me preguntaba cómo Bob Dylan pudo ser premiado con dicho reconocimiento. La noticia dio la vuelta al mundo: "Músico alcanza Nobel de Literatura". ¿Qué coraje, no?

Posteriormente, empezamos a "rascar al fondo de la olla del asunto". Y luego de mucho buscar y escuchar por aquí y por allá, salió a la luz "la madre de aquella incógnita". Del por qué dicho músico fue premiado. A pesar que su música es de habla inglesa, en muchos medios empezaron a colocar la traducción, ¿y saben qué? He ahí que brotó el magma que tapó las bocas del planeta. En primer lugar que de solo escuchar la tonada de sus canciones, nos movió el cerebro y nos clavó una idea fuerza: "Yo he escuchado esa música antes", y era muy cierto. Aquella música la habíamos escuchado toda la vida.

Retomando la respuesta, leyendo las traducciones de sus temas musicales comprendí por lo menos yo, del porqué se le había puesto el Nobel de Literatura a su alcance. Y tomando de la yugular dicho suceso del 2016, les pongo sobre la mesa, si Michael Jackson, quien hipnotizó en su momento a millones de personas en el mundo. Colocando de taquito el detalle que no todos entendíamos y/o no entendemos la letra de sus canciones. Les pongo la pregunta sobre la mesa: "¿Si se tradujera la letra de las canciones de Jacko al alcance del entendimiento mundial, tendría oportunidad ante la eticosa Academia Sueca, en este caso ganar el Nobel de Literatura? Se los dejo de tarea para el lunes.

Esgrimista

jueves, 11 de junio de 2020

¿Recuerdas cuando escribías con tu máquina mecánica?

Qué tiempos aquellos cuando mi herramienta especial era mi máquina de escribir "Olimpia". Aquellas épocas cuando nos enseñaron a usarla, en las clases de mecanografía del cole. De seguro que ignorábamos lo valioso que estábamos aprendiendo, y sin sospechar siquiera que dichas clases se empalmarían con las clases de computación.

Recuerdo que utilicé mi máquina "Olimpia" hasta casi la mitad de mis estudios en la universidad. ¿Cómo imaginar que mi máquina pasaría a ser pieza de museo? Sin embargo, ya habían visionarios como Marshall McLuhan, que se adelantaban a su tiempo. ¿Cómo íbamos a saber que pasadas unas décadas habría una computadora en una gran mayoría de hogares? Y menos sabíamos el gran tsunami tecnológico que se nos venía.

Bueno, la verdad que extraño mi máquina. Extraño aquellos rollos de cinta que tenía que comprar cada cierto tiempo, y aunque me manchaba los dedos cada vez que cambiaba los rollos de cinta, eso poco me importaba, con tal de tener la herramienta con que podíamos plasmar nuestras ideas en aquellas hojas bond. 

Actualmente y mejor dicho hace muchos años se dejó de fabricar las obsoletas máquinas de escribir. Sin embargo, no dejan de ser un buen recuerdo en nuestras memorias, incluso el ruido que producían al presionar cada una de sus teclas. Cómo extraño mi "Olimpia". Saludos... donde quiera que estés.

Esgrimista 

martes, 9 de junio de 2020

Cultura peruana de luto: Falleció conductor de "Museos puertas abiertas"

Luis Repetto Málaga
Hoy 9 de junio partió quien fuera conductor del programa "Museos puertas abiertas", Luis Repetto Málaga. Dicha lamentable noticia enlutece la cultura peruana, puesto que como recordamos, él tenía a su cargo el mencionado programa de televisión del canal del Estado.

Cabe recordar que dicho espacio televisivo, con el propósito de "acercar" al público juvenil, tenía una publicidad en la que se hacía uso de dos reggaetoneros, quienes haciendo uso de su música, de seguro que lograron su objetivo.

Personajes como él, son laudables de recordar, ya que cumplen una labor educativa. Y ultimo este post, haciéndoles recordar que para que no se tenga la idea que la cultura es aburrida, les recuerdo que nada en este mundo tiene que ser aburrido. Y todo depende de cómo lo presentan y las herramientas y artilugios que utilizan. 

Solo para poner un ejemplo, la célebre marioneta "Nicolasa", y tantos otros personajes que nos atrajeron y nos siguen atrayendo con su pintoresco humor, nos contagian el conocimiento y la cultura en general.

Esgrimista

Video de reconocimiento de L.R.M.:


lunes, 25 de abril de 2016

El periodismo en los tiempos del Terror


Por: Alexiel Vidam

Patsy Adolph fue una de las más aguerridas y destacadas periodistas de la televisión peruana durante uno de los episodios más sangrientos de nuestro país: el auge de Sendero Luminoso y el MRTA. En “La Flaca”, su libro de memorias, Patsy nos introduce en sus aventuras como periodista de investigación, a la vez que nos sumerge en los episodios más terribles que vivió durante aquella época violenta.

Confieso que nunca he sido fan de las crónicas. Soy más una lectora de ficción, quizás porque siempre he considerado que los escritores de este género, al ser más libres, tienden también a ser más creativos a la hora de expresarse. Pero cuando te encuentras con un libro como La Flaca, de Patsy Adolph, te das cuenta de que hay casos en los que la realidad supera a la ficción, y de que un cronista puede tener el mismo talento de un escritor para atrapar al lector con su relato. Patsy, en su narración, es indiscutiblemente divertida, emocionante… y desgarradora… dependiendo de la escena que busque plasmar.

Soy comunicadora. Tengo mi lado periodístico también, pero lo mío va más por el lado del arte… No sé si por intimidación o por simple falta de interés, pero los otros tipos de periodismo –como el político o el policial- nunca habían despertado mi atención. En el fondo, creo percibir en el mundo que exploran, un terreno muy sórdido que tiende a embarrar a quien sea que pise en él. No obstante, el relato de Patsy despertó en mí una repentina fascinación hacia el periodismo de investigación. Está construida de tal manera que atrapa al lector/espectador, poniéndole en los zapatos del periodista, de las intrigas y dilemas morales que puede llegar a enfrentar, de las dificultades que se le presentan en el camino, de las frustraciones que éstas provocan, y de las satisfacciones cuando se superan.

Patsy te hace sentir la adrenalina de estar en el lugar de los hechos, persiguiendo a los asaltantes de una fábrica, aventurándose al interior de las zonas rojas en tiempos del terrorismo, aprendiendo a sobrevivir a desastres naturales. Al leer, uno tiene las ganas de chapar la cámara y hacer lo que ella hace; de aprender también a manejar todo tipo de armas y a saltar en paracaídas. Nos encontramos, pues, frente a una aventurera que se hace admirar.

Pero el valor La Flaca, llamado así por el apodo que tenía Patsy en su juventud, no se limita a solamente a ser un relato emocionante y motivador para quienes llevan la “pasta” de periodista en su interior. También tiene un fuerte valor documental, y es que uno de los temas principales de la crónica, es el pánico que se vivió en el Perú durante las décadas de los 80 y los 90, marcadas por los ataques terroristas de Sendero Luminoso y el MRTA.

Pareciera que hoy en día la gente lucha por borrar toda huella de una época sencillamente horripilante. Otras generaciones simplemente no vivieron la traumática experiencia. Quizás sea normal que uno busque olvidar lo malo de manera instintiva, pero mucho más productivo sería aprender del pasado. Nos guste o no, esos terribles acontecimientos ocurrieron. Vivíamos en una situación de angustia constante en la que la expresión “coche bomba” eran tan común, que hasta los niños de aquel entonces (me incluyo), teníamos un juego en el que todos debíamos correr al grito de alerta de uno de los jugadores (“¡coche bomba, coche bomba, corran!”). Eso no es algo que debería borrarse, porque podría repetirse, y Patsy, con su relato, busca precisamente enfrentarnos con esa realidad cruda, para ponernos a reflexionar sobre por qué se dio, cómo se dio, de qué formas podría evitarse o cómo podría uno actuar ante la situación.

La Flaca es, en resumen, un relato que equilibra entre matices descarnados y anecdóticos, que cuenta con una narrativa fresca y cautivante. Es una historia en la que la narradora nos cuenta sus vivencias de modo tan detallado y personal, que nos hace parte de ellas. Pronto nos sentimos cual familiar cercano, un amigo… o, por qué no, un compañero de aventuras.

Desde mi perspectiva, en un libro que todos deberíamos leer para acercarnos más a nuestra historia, y una lectura básica para todo estudiante de periodismo. Mediante sus memorias, Patsy aprovecha también, para darnos un par de lecciones básicas sobre cómo investigar de verdad, sobre cómo marcar la diferencia.


*Actualmente el libro está disponible para su descarga online, gracias a Manupax editores. Click aquí (https://store.kobobooks.com/en-us/ebook/la-flaca) para descargarlo.

domingo, 30 de agosto de 2015

Santa Rosa de Lima a 398 años de su deceso y primera santa de América

A casi 4 centurias de su desaparición, sigue siendo una santa muy recordada. Su nombre verdadero fue Isabel Flores de Oliva. Y se le atribuye ser santa de América, de las Filipinas, de la Policía Nacional del Perú, y de otras entidades también.

Su padre fue Gaspar Flores, quien se desempeñaba como arcabucero de los Baños de Montemayor, municipio de Cáceres (España). Contrajo nupcias con la limeña María de Oliva y Herrera.

Cabe resaltar que según sus biógrafos, vino al mundo el 30 de abril de 1586. Además afirman algunos cronistas que ella nació en Panamá, pero luego esa afirmación fue refutada por el Vaticano y atribuyéndole haber nacido en Lima.

Cuando tenía doce años se trasladó con su familia a Quives. Y fue allí donde recibe el sacramento de la confirmación, por parte de Toribio de Mogrovejo. Contrajo un reuma que ocultó a su madre, y también empezó desde allí a autoflagelarse e incluso sabiendo que su cabellera la hacía más atractiva, se lo cortó más chico.

Fue a partir de allí que la llamaron Rosa, sin embargo, ella mostró su descontento por dicho nombre que no era el suyo. No obstante, cuando ya tenía 25 años fue a hablar con un sacerdote de la iglesia de Santo Domingo, y ante esta protesta, aquel presbítero le respondió: “¿Pues hija, no es vuestra alma como una rosa en que se recrea Jesucristo?".

A partir de allí quedó tranquila, e incluso pidió que la llamasen “Rosa de Santa María”. Y fue así que una vez pasado aquel incidente con su nombre, prosiguió su juventud trabajando casi todo el día en el huerto y tejiendo para diferentes familias. Todo ello lo hacía para ayudar a su familia, puesto que tenían problemas económicos.

Llegada a cierta edad, sus padres tenían el anhelo de verla vestida de novia y próxima a contraer nupcias, pero ella no quería tal desenlace. Y fue así que al cabo de unos años ingresó a la Tercera orden de Santo Domingo.

A partir de allí se aisló de su mundo, quedando enclaustrada en una ermita que ella edificó con la ayuda de su hermano Hernando, y solo salía para asistir a la iglesia de Nuestra Señora del Rosario. Del mismo modo, atendía a algunos enfermos que solicitaban atención, y ella los atendía y los curaba.


Es así que nuestra santa limeña vivirá en nuestro recuerdo, y a pocos años de cumplirse 400 años de su muerte, pasará el tiempo y su recuerdo persiste. Y cada 30 de agosto seguirá yendo gente a su hogar y a depositar su petición en aquel “pozo de los deseos”. Y pasarán los años y los milenios, pero Santa Rosa quedará guardada en nuestros corazones. ¡Viva la primera santa de América!

Juan Mujica

lunes, 3 de febrero de 2014

Buuu..solo soy yo





texto: Miriam R. Krüger 


Fantasmas, espíritus, apariciones, creer o no creer. Incluso para algunos les resulta difícil decir que creen por temor a que se rían de ellos.

Se dice que nada de esto existe que todo tiene una explicación muy racional;  sin embargo,  no se deja de producir películas como por ejemplo The Others; series de televisión como Medium, pero si lo tuyo es la lectura seguro pensaras por ejemplo a Pedro Páramo, y si mal no recuerdo hubo una telenovela con Lucia Méndez que la trama giraba en torno a la reencarnación y la banda sonora de la telenovela decía “es un alma en pena que va arrastrando cadenas, que condena …” ; todo esto no hace otra cosa que reforzar o motivar la creencia en este tipo de fenómenos para luego hacer programas, libros, etc; donde se intenta explicar que todo tiene una razón lógica y no existe fenómeno alguno.

“Espíritus del más allá, vengan al más acá”, que levante la mano aquel que no ha intentado ponerse en contacto con algún espíritu vagabundo. Quién no ha escuchado una voz de alguien ausente, quien no ha creído ver alguna sombra sospechosa, algún sonido extraño y quizás no lo cuentas por temor a que no te crean y no faltará quien invente experiencias; sin olvidar las famosas historias urbanas como la llorona o la viuda negra.

A veces creo que necesitamos creer en todo esto porque simplemente nos es duro aceptar que con la muerte todo acaba y por eso nos aferramos a la idea de estos fenómenos que nos hace pensar que hay algo más allá de la muerte.