“Toda mi vida he vivido sin que me importe demasiado la cultura ni la poesía
ni la bohemia, no está entre mis prioridades qué obra tengo que hacer o dejar.
Me importa un comino. Más me importan mis nietos”. Así veía la vida el
reconocido poeta peruano Antonio Alfonso Cisneros Campoy. Sus cinco nietos
fueron su principal preocupación, lo demás, fue solo consecuencia de un gran
talento que lo llevó a ser uno de los poetas más representativos de
nuestro país.
Poeta, periodista, cronista, guionista, catedrático y traductor. Toñito,
como lo llamaban sus amigos más cercanos, cultivó su arte en la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos y en la Pontificia Universidad Católica del Perú
entre 1960 y 1965. Obtuvo el Doctorado en Letras en 1974.
Cisneros, pertenece a la llamada “Generación del 60” de la literatura
peruana. Ha sido uno de los que más ha publicado y el más reconocido poeta
peruano de este grupo.
A los 26 años de edad, recibió uno de los más preciados galardones en lengua
castellana, el Premio Casa de las Américas de Cuba, por su libro “Canto
ceremonial contra un oso hormiguero” en 1968. A partir de ese hecho,
su vida no fue la misma, ganó popularidad y reconocimiento internacional.
Fuente: ElComercio.pe
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