sábado, 6 de octubre de 2012

Antonio Cisneros se fue dejando un gran legado cultural



“Toda mi vida he vivido sin que me importe demasiado la cultura ni la poesía ni la bohemia, no está entre mis prioridades qué obra tengo que hacer o dejar. Me importa un comino. Más me importan mis nietos”. Así veía la vida el reconocido poeta peruano Antonio Alfonso Cisneros Campoy. Sus cinco nietos fueron su principal preocupación, lo demás, fue solo consecuencia de un gran talento que lo llevó a ser uno de los poetas más representativos de nuestro país.

Poeta, periodista, cronista, guionista, catedrático y traductor. Toñito, como lo llamaban sus amigos más cercanos, cultivó su arte en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y en la Pontificia Universidad Católica del Perú entre 1960 y 1965. Obtuvo el Doctorado en Letras en 1974.

Cisneros, pertenece a la llamada “Generación del 60” de la literatura peruana. Ha sido uno de los que más ha publicado y el más reconocido poeta peruano de este grupo.

A los 26 años de edad, recibió uno de los más preciados galardones en lengua castellana, el Premio Casa de las Américas de Cuba, por su libro “Canto ceremonial contra un oso hormiguero” en 1968. A partir de ese hecho, su vida no fue la misma, ganó popularidad y reconocimiento internacional. 

Fuente: ElComercio.pe


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