De repente me dio miedo
tocar tus labios,
Y créeme, que estaba
soñando al hacerlo,
De repente llegué a
extrañarte demasiado,
Y créeme, ya estaba
despierto.
Recuerdo haberme acercado
a tu rostro
Cuando aún estabas
dormida,
Y no lo sé, parecías verme
mejor así: dormida.
Nunca supe si era mejor
que el sol al momento de tocar tu rostro,
Nunca supe si era mejor
que tú cuando me encontraba solo.
De repente llegué a creer
que había un alma detrás de tus ojos,
De repente había más de
una
O quizá nunca llegué tan
hondo.
A veces pensaba que podía
robarle una sonrisa tuya al día,
A veces pensaba que era
él, el que sonreía en tus labios,
A veces creía que era
tuyo, pero nunca supe decirte cuánto.
Pude haberte entregado más
de lo que te di,
Lo sé, siempre lo supe,
Y tal vez fue por eso que
tú me diste tanto.
De repente debí robarte el
alma
Para que sientas cómo me
sentía a tu lado.
De repente debí
obsequiártelo todo,
Pero siempre dormías, y al
verte,
Me daba cuenta cuán
pequeño era yo,
Cómo era y todo lo que
podía darte.
Cuántas veces quise saber
lo que tus ojos
Guardaban al dormir,
Pero siempre me conformaba
con verte,
Quizá fue allí cuando no
quise despertarte,
Tan sólo por querer
seguirte:
Tú soñando y yo,
mirándote.
Percy Taira