Me temo que escribiendo este artículo estoy "poniendo el dedo en la llaga", como dijo Gonzáles Prada. Y lo primero que viene a mi mente fue remontarme al año 1999. Tiempo en que tomé la decisión de escribir 50 poemas. Sin embargo, en aquellos días, un amigo me hizo llegar un papel en el que anunciaban una bienal de poesía. Creo que no es necesario mencionar la institución que organiza año a año estos concursos. No obstante, teniendo esos dos estímulos, pues emprendí la "sabrosa" tarea de escribir y escribir. Dicho sea de paso, que como es lógico, en ese tiempo no tenía computadora. Y por tanto, escribía en papel con lápiz, con mucho entusiasmo y volcando información variopíntica en cuartetas y en rima. Así empecé a volverme escritor, sin saberlo y tan solo como jugando con las palabras.
Pasado aquel tiempo, que no fui ganador, eso no me importaba. De solo ver las copias escritas a máquina, eran como un tesoro, que aún guardo. Sin embargo, pasado un tiempo solo me dediqué a leer y leer. Sobre todo obras literarias, en especial una colección de Premios Nobel, de los cuales algunos ya los vendí. El hecho está en que a medida que iba leyendo, se originó en mi mente un pensamiento: "Algún día escribiré mi propia novela". Así que pasó el tiempo y dicho pensamiento tomó fuerza, y en el verano del 2003, tomé la decisión de escribir mi propia novela. A propósito que no tener computadora, aún no era un impedimento. Escribí también con lápiz en hojas rayadas tamaño oficio. Aquella novela que debió ser de 20 capítulos, al final quedó en 12. Así que ese fue mi inicio. Y a partir de ahí, los concursos literarios me han servido, como seguro a mucha gente les sirve para estimularse y emprender sus proyectos literarios.
Sin embargo, tal como existen concursos aquí en Perú, no es novedad saber que hay concursos internacionales. Instituciones que organizan año a año certámenes literarios, donde participan autores de todo el mundo. Y creo que a veces lo que les estimula es que podemos enviar toda nuestra obra por Internet. Eso sí que estimula a cualquiera. Puesto que sacar copia a una novela de más de cien páginas, con cinco juegos y luego anillarlas. Es una labor, que para muchos resulta onerosa.
Por último, que nadie se me desanime. Si participamos y no ganamos, no debemos deprimirnos. Recordemos que no fuimos premiados, pero tenemos la obra. Luego de una labor de corrección que obvio ya la hicimos antes de enviarla al concurso, si es que tenemos los medios, podemos publicar nuestra obra. Espero que este artículo aunque sea a una persona le haya sido útil. Gracias por leerme y recuerden usar su mascarilla y su protector facial. Que pasen una bonita semana, y suerte, aunque hoy sea día 13. ¡Carpe diem!
Esgrimista
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