miércoles, 1 de julio de 2020

Editorial: Situación de los escritores y lectores en flamante mes patrio

En antaño pensar en finales de julio, era alucinar toda gama de posibles diversiones. Estamos hablando de los vertiginosos años 80. Aquella época en que los que ya pisamos la base 4, pues tomábamos las riendas de lo prohibido. Ya que la vida no era tan mediática como en la actualidad. Recordamos que pensar en las anheladas vacaciones, era pensar en estudiar y sacar buenas notas, para tener un salvoconducto pro: Feria del Hogar, Parque de las Leyendas, circos, etc. Parece que habría pasado ayer. 

No obstante, bajándonos de la "nube de Gokú", nos situamos en nuestros tiempos. En la segunda década del siglo 21. Tiempos de pandemia, tiempos de la Covid-19, y de todo un abanico de restricciones y malas noticias de carácter mundial. Y ahora surge la incógnita: ¿cómo la estamos pasando quienes tenemos prurito por la lectura y la escritura creativa?

La respuesta no es fácil de responder y asimilar. Y no todos tenemos la misma situación socio-económica. Puesto que repetiré sin cansancio, que nadie puede ganarse la vida de solo la ventas de sus libros. Salvo los grandes personajes, que dicho sea de paso también se dedican al dictado de narrativa, y/o a la enseñanza de algunos de los cursos de la variopinta selección de cursos de letras y el castellano.

Como sabemos y a menos que me equivoque, este año no habrá Feria del Libro, ni en Jesús María ni en Miraflores. Eso a estas alturas ya es 90% seguro. Luego de muchos años dichos eventos tendrán que suspenderse, del mismo modo que el desfile del 29 de julio. Es decir, todo lo que tenga que ver con aglomeración de gente. No nos queda otra, puesto que mirando las cifras de muertos, no se detienen y se tendrá que sacrificar las actividades que teníamos acostumbradas acudir u organizar.

Cierro el presente artículo recomendando, que no hay que bajar la guardia. Mantener las distancias, el lavado de manos con agua y jabón o con alcohol, y por supuesto la cotidiana mascarilla, la cual ya ha pasado de ser una opción a ser una obligación sanitaria. Que pasen un mes patrio con las debidas precauciones. Y Dios mediante, que llegue el tiempo que podamos voltear y decir "por fin". Carpe diem.

Esgrimista

No hay comentarios:

Publicar un comentario