Un día como hoy, pero hace 25 años, murió el escritor argentino Jorge Francisco Isidoro Luis Borges (Buenos Aires, 24 de agosto de 1899). Fue bajo la simplificación nominal de Jorge Luis Borges que se hizo acreedor de los más altos elogios y reconocimientos gracias a su pluma, pero en especial, a la dimensión de su pensamiento. El universo de la narrativa breve, la poesía y la ensayística fueron los campos que cultivó Borges con sus letras. Desde su primer título, una obra de poética llamada Fervor de Buenos Aires (1923), los críticos auguraban la calidad del material por venir.
La vigencia de la obra de Borges es, sin duda, un elemento que llama la atención del trabajo literario del argentino. Para la escritora Ana Teresa Torres, la razón es simple. "Borges representa una verdadera ruptura en la literatura universal, no solamente latinoamericana. A partir de Borges me parece que la literatura es diferente", asegura.
Leonardo Padrón argumenta la permanencia en el tiempo de los textos del autor de El libro de arena de manera similar. "Borges es un clásico de nuestra lengua, pero además un clásico contemporáneo. Su obra es hija estelar del siglo XX. Su imaginario, su forma de abordar el lenguaje, su rigor y sobriedad expresiva, su laberinto metafísico lo hacen atemporal e imprescindible".
La noción sobre cómo Borges hizo esa transición al mundo de los escritores imprescindibles es compartida por Torres, quien alega: "él tiene la connotación que tienen los clásicos como Shakespeare o Cervantes, que son transhistóricos. Su obra abarca varios géneros, además de esa nueva forma de aproximarse a la escritura".
Precisamente, la capacidad que tuvo Borges de pasearse lucidamente por varios géneros literarios, es algo que rescatan sus colegas. El escritor Fedosy Santaella apunta "era un maestro en el arte de combinar y lo lúdico, sin embargo, evidentemente hay una diferencia de tipo racional entre lo narrativo y lo poético. Yo básicamente me quedo con el Borges narrador, porque me acerco más a eso que a la poesía".
De forma parecida opina Torres, quien dice "veo a Borges como uno solo, pero quizás pudiera decir que lo que yo he disfrutado más ha sido la parte de la narrativa breve, las Ficciones (1944) son mis favoritas. También he disfrutado mucho los poemas, resulta difícil elegir".
Jorge Luis Borges murió el 14 de junio de 1986 en Ginebra.
La vigencia de la obra de Borges es, sin duda, un elemento que llama la atención del trabajo literario del argentino. Para la escritora Ana Teresa Torres, la razón es simple. "Borges representa una verdadera ruptura en la literatura universal, no solamente latinoamericana. A partir de Borges me parece que la literatura es diferente", asegura.
Leonardo Padrón argumenta la permanencia en el tiempo de los textos del autor de El libro de arena de manera similar. "Borges es un clásico de nuestra lengua, pero además un clásico contemporáneo. Su obra es hija estelar del siglo XX. Su imaginario, su forma de abordar el lenguaje, su rigor y sobriedad expresiva, su laberinto metafísico lo hacen atemporal e imprescindible".
La noción sobre cómo Borges hizo esa transición al mundo de los escritores imprescindibles es compartida por Torres, quien alega: "él tiene la connotación que tienen los clásicos como Shakespeare o Cervantes, que son transhistóricos. Su obra abarca varios géneros, además de esa nueva forma de aproximarse a la escritura".
Precisamente, la capacidad que tuvo Borges de pasearse lucidamente por varios géneros literarios, es algo que rescatan sus colegas. El escritor Fedosy Santaella apunta "era un maestro en el arte de combinar y lo lúdico, sin embargo, evidentemente hay una diferencia de tipo racional entre lo narrativo y lo poético. Yo básicamente me quedo con el Borges narrador, porque me acerco más a eso que a la poesía".
De forma parecida opina Torres, quien dice "veo a Borges como uno solo, pero quizás pudiera decir que lo que yo he disfrutado más ha sido la parte de la narrativa breve, las Ficciones (1944) son mis favoritas. También he disfrutado mucho los poemas, resulta difícil elegir".
Jorge Luis Borges murió el 14 de junio de 1986 en Ginebra.
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