Tratar el tema de los libros nos
hace volcar la memoria hasta los tiempos del colegio. De seguro que una parte
degustó de buena manera el placer por los libros. No obstante, otra parte de
nosotros descubrió dicha fruición por la lectura algunos años después. De
repente en la época de sus estudios superiores.
A los libros les debemos la
perennización de la cultura. Sin embargo, para la generación de los millennials,
la situación les ha caído de manera meliflua. Todo lo encuentran en el gigante
del ciberespacio. Por tanto, no tienen el recuerdo de tomar los libros y sentir
sus texturas e incluso sus olores. Desde los tiempos en que Gutenberg perfeccionó
la imprenta, ¿quién se iba a imaginar que la importancia de los libros físicos
quedaría poco a poco relegada?
Es muy probable que algunos de
los lectores que están leyendo este artículo sean escritores, o lectores. Ya
sea que hayan descubierto esta pasión por los libros a temprana edad o ya
adultos, lo importante es que sigan asiduos. Y como decía el profe Jirafales: nunca
abandonen los libros. Mientras tengan un libro en las manos serán gente de
bien. Mientras tengan un libro en las manos serán gente de provecho (lo que seguía
ya se lo saben).
Esgrimista
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