Con los avances de la tecnología,
llegó el día que crearon un dron tan pequeño como una mosca. Diseñada para
multifunciones. Podían encomendarle “viajar” y sobrevolar sobre un campo
deportivo, sobre un parque de la ciudad e incluso vigilar los movimientos de un
adultero. Sin embargo, este nuevo invento tenía que permanecer en secreto y
cerrado bajo siete llaves.
-¡Cómo ha avanzado la tecnología!
-comentó uno de los científicos a cargo de este prototipo.
-Ciertamente colega. Hace una década
no imaginamos que se pudiera plasmar este nuevo dron, tan pequeño como una
mosca -expresó su colega.
No
obstante, como suele pasar, aunque este nuevo invento era un gran secreto. Pasó
a la vista y oídos de malos elementos. Gente que quería utilizarlo para sus
fechorías. Por tanto, al día siguiente la noticia se había generalizado:
LA MOSCA FUE HURTADA
INVENTO SECRETO EN MALAS MANOS
LA POLICÍA INVESTIGA ROBO DE DRON
Por
tal, que aquellos mafiosos no tardaron en usar el producto de su hurto.
-Vaya, mira como vuela -dijo uno
de los maleantes, sin perderla de vista con su ojo sano.
-Es una joya para la ciencia. Apuesto
que no tardarán en ofrecer recompensa -refirió su compañero, quien también
tenía bien uno de sus ojos.
Estos
dos malandrines eran conocidos como “Los piratas”, y sin más dilación pusieron
a andar a su nuevo “socio tecnológico”. Desde su escondrijo, la enviaron a
sobrevolar los interiores de varios bancos. También, la enviaron a “sapear” las
playas cercanas, y recrearse con las veraneantes en bikini. Empezaron a querer
a su dron en forma de mosca. Incluso, fue a parar a algunos bares, en los que
chequeó quiénes de sus compinches estaban “alegrones y/o abrazando el inodoro”
por tanto trago. Sin embargo, uno de los científicos había olvidado que dicho
dron tenía instalado un sistema de GPS, con el cual de inmediato y
conjuntamente con la policía, dieron con el paradero de los “robamoscas”. Por
tal que, de una patada las autoridades allanaron y redujeron a los hampones.
Por su parte, los científicos estaban satisfechos por recuperar su invento. Y,
por cierto, que ellos como suele pasar le pusieron un nombre peculiar. Un
nombre que sorprendió a conocidos y extraños.
-Gracias, oficiales. Buen
trabajo. Ahora nos llevaremos a nuestro invento flamante. Vámonos “McFly”.
Esgrimista
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