viernes, 24 de septiembre de 2010

La literatura y los libros electrónicos

J.M.

Estamos en plena época de cambios con el ingreso vertiginoso de la tecnología, que afecta a todas las áreas y todos los campos. Verbigracia en la literatura. Como ya es conocido, desde la invención de la imprenta, el ser humano se acostumbró al tradicional libro físico, en que se pasaba horas leyendo página por página. Y jamás imaginamos que este instrumento portador de cultura iba a ser desplegado y reemplazado por una versión moderna y electrónica.

Sin embargo, a finales del siglo XXI, por los años 70 se da inicio al ingreso de los libros electrónicos. Primero se comienza como un proyecto y con el transcurrir de los años se ha convertido en una opción tecnológica para sustituir el papel y la tinta en sí. Y como no era de esperarse hay quienes se resisten a estos cambios. Gente conservadora que se acostumbró a percibir el olor de las páginas y la textura de las mismas. No obstante, nuestra civilización cabe recordar que ha subsistido en el tiempo por una característica: "se adapta a los cambios".

Por tanto, los entendidos en literatura y los escritores y autores en general, no les quedará más remedio que engarzarse con el nuevo formato de libros electrónicos, que no es el techo de ninguna manera, sino simplemente una transición hacia la llegada de nuevas tecnologías que seguirán inventándose, ya que el ingenio del ser humano es infinito, y cuando volvamos a reaccionar veremos nuevos inventos en el mercado internacional, que de seguro representarán cambios en nuestros hábitos de lectura.

Incluso, me atrevería a augurar que algún día las presentaciones de libros electrónicos, hará que se modifique la tradicional ceremonia. Y que en vez de tener los libros tradicionales para que los chequee la gente, habrá libros electrónicos o artefactos más modernos que el actual "iPad". Tal vez hasta se vendan USBs que contengan las obras que se presentan. Y no dudemos que en dichos eventos habrá quienes lleguen con sus computadoras super portátiles y que podrán en ellas comprobar el contenido del material literario en cuestión. Ya veremos que de un tiempo a esta parte, seguirá haciendo su ingreso el futuro que cada día más lo estamos viviendo en el presente.

2 comentarios:

  1. Solo hay una cosa, que se me viene a la mente y es el hecho de caminar e ir leyendo un libro.

    Ir a una librería de viejo, comprar un librito y empezar a leerlo mientras se camina, es sumamente placentero. Eso, por lo menos en nuestras actuales épocas de violencia, no se podrá hacer con un libro electrónico, porque seguro serían capaces de sacarle a uno ojos, manos y todo lo demás, con tal de robar el aparato.

    Para los que no gustan de caminar o no pueden leer y caminar a la vez, sentarse en la banca de algún parque y leer, también es riquísimo. Además, se puede escribir en el libro, con lápiz o con lapicero para aquellos a los que les gusta anotar o subrayar cosas, hábito que no tiene nada de malo.

    Lo que sí es seguro, es que ambas herramientas son válidas para quien elija cuál usar.

    Saludos,
    AVVZ

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  2. Concuerdo con tu opinión. A mí también se me hace difícil la idea de abandonar los libros tradicionales. Hay toda una vida de experiencias con ellos en las manos. Saludos.

    Juan

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