miércoles, 22 de septiembre de 2010

Presentación

Brighit Cornejo

Son las 7:33 am y esto que están leyendo no debía estar escrito a esta hora de la mañana, pero dadas las terribles circunstancias que atravesé desde darme cuenta que el despertador no sonó a la hora señalada al punto de llegar a  maldecirlo, ir al baño y caerme trasero arriba hasta por último instalarme aquí, frente a mi computador. Tiene que ser así. No creo tener un título adecuado para esta entrada, estoy pensando en “Presentación”, pues básicamente este escrito se refiere a quién soy, a presentarme ante todos ustedes los escritores y lectores de esta revista “Zien Mil Mitos”, y a darles a conocer un poco de mí. 

Me llamo Brighit Cornejo, tengo 17 años y gracias a una noche de calentura adolescente de mis padres ahora estoy aquí escribiendo esto, no me siento mal por aquello, pues creo que muchos de nosotros existimos por un ups! , un se me chispoteó de nuestros padres; al final de cuentas todos venimos al mundo por algo, una razón genial que me encanta escupirles en la cara a mis conservadoras amigas cuando se espantan al contarles que no fui planeada por mis progenitores, pero que si por Dios y la vida. Vine a ser feliz y a conquistar el mundo. 

Brighit es sinónimo de sencillez, puntualidad y SINCERIDAD, y lo pongo en mayúscula y a manera de énfasis dado que esta última no sé si cualidad o virtud me ha traído a largo de estos 17 años, problemas y momentos de caos.  Explotar en mí es muy rápido y sin medir las consecuencias de mis actos, suelto y aviento una lista de palabrejas desde las más diplomáticas y sarcásticas, hasta las más viles y abyectas. He perdido y he ganado tanto amigos como enemigos, y la relación con mi padre se ha convertido más incómoda y detestable; aunque con él no siempre fue así, pero de eso se los relataré en una futura entrada no muy lejana. 

A veces me gusta repetirme que soy sincera más no mala, pero sé que eso en el fondo no es muy cierto. Desde siempre me gustó el arte de escribir y de introducirme a mundos extraños, en donde la verdadera protagonista y antagonista soy yo, crear y destruir paisajes inimaginables, sentir que a través de esa arma tan peligrosa que es el lenguaje, puedo hacer retorcer de dolor a mi enemigo, porque siento que es lo mejor que sé hacer, porque nadie me juzga ni me cuestiona (o eso es lo que quiero creer), porque creo vidas contrarias y paralelas a la mía, y porque si no lo haría, creo que me volvería más desquiciada y loca de lo que ya soy. 

Creo que por eso hace un año decidí estudiar el apasionante oficio del periodismo, ya que eso me llevará de la mano a ser una escritora, pues mi empecinada personalidad me lleva a soñar a que algún día publicaré muchos libros y a soñar también que algún día yo estaré en el ranking de ventas de todas las librerías habidas y por haber. He aprendido que él quiere puede, que las estrellas están ahí y simplemente hay que mirarlas, que para qué hay que caminar cuando se puede volar, hermosas metáforas con un valioso significado que me gusta repetirme, a mis 17 años, con un metro cincuenta y cinco de estatura y con una revoltosa y abundante melena, escribiré todos los miércoles en esta revista, quien gracias a la cordial invitación del director de esta revista, Juan Mujica puede ser posible que me lean. Sé que tal vez a algunos, les valerá madre conocerme o no. Pero no me importa en lo absoluto, pues creo considerar importantísimo conocer un tanto el perfil del escritor al que voy a leer. Con todo esto, me he presentado.

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