martes, 28 de septiembre de 2010

Feria del libro de Lima vs. Piratería

J.M.

Ya empieza la gente a llenarse de entusiasmo con la próxima y esperada 31 Feria de libro “Ricardo Palma” a realizarse, como es tradicional, en el Parque Kennedy de Miraflores, Lima. Por lo que las grandes editoriales, librerías y escritores en general, tendrán la oportunidad de vender los más variados libros y a la vez ofrecer una cálida atención a los miles de visitantes que de seguro se darán “un salto” por dicha histórica y tradicional zona de la capital, algunos irán agrupados, otros quizá en pareja y no faltará quienes vayan solos, con el propósito de apreciar y adquirir algunos de los centenares de libros que serán expendidos en esta magna convergencia de personas apasionadas o simpatizantes de la lectura.

Sin embargo, sin ánimos de “aguar la fiesta”, también es una realidad que en ciertos lugares, existe gente inescrupulosa que se lucra con el esfuerzo ajeno. Es decir, y me estoy refiriendo a los vendedores de “libros pirata”, incurriendo valga la redundancia en el delito de la Piratería. En este caso los responsables no son únicamente los que expenden este material de mala calidad, sino también los que compran la mercadería, a sabiendas de su esencia ilícita. No obstante, no querría pasar como angelito que está libre de polvo y paja, ya que incluso yo en algunas oportunidades, debido al elevado costo de algún libro que me agrada me he vuelto cómplice de aquel fenómeno comercial.

Por tanto, estaría en la conjunción de esfuerzos entre los autores, las editoriales, las librerías, de las autoridades respectivas y de los compradores asiduos o eventuales, realizar el gran cambio de mentalidad ilícita. Sobre todo en beneficio de los propios autores, quienes merecemos un respeto hacia nuestra propiedad intelectual. Y para eso podría partirse por un plan de abaratamiento de los libros, con el fin que esté al alcance de todos y que por ende no haya pretextos para comprar material de piratería. 

Yo creo que si los libros se vendieran a bajo costo, la actividad ilícita mermaría. Y hago un llamado sobre todo a las grandes editoriales, quienes en algunos casos expenden los libros a altos precios, con el fin de la ganancia tanto para ellos mismos como para los respectivos autores. Claro que es comprensible que piensen en los porcentajes que les tocará por la venta masiva del material, pero si se pudiera abaratar los costos, de alguna marera dentro de los cánones del marketing, se habrá conseguido vencer a los eternos piratas de los libros.

Además, estando tan cerca la Feria del libro “Ricardo Palma” a realizarse del 22 de octubre al 1 de noviembre del presente año, donde seguramente se obtendrán grandes ganancias con los libros originales, entonces que sirva de estímulo para cohesionar esfuerzos e ideas que sirvan para el éxito de los interesados en cuestión, que son los autores en sinergia con las editoriales, librerías, imprentas, etc. Y una vez que se haya vencido aquel obstáculo de los precios, habrá más posibilidades de alcanzar la gran soñada difusión y venta de las obras, en beneficio de los autores y demás implicados mencionados.

Por último, el cambio debe realizarse sí o sí, ya que con el ingreso vertiginoso de los libros electrónicos al mercado internacional, seríamos ingenuos en pensar que ello frenará la piratería. Definitivamente será un nuevo obstáculo para aquellos inescrupulosos, pero como todo estímulo conlleva a una reacción, lo que sucederá será que el delito adquirirá una nueva habilidad acorde a la tecnología. Por tanto, pongamos nuestro grano de arena y compremos originales para el firme respeto de la propiedad intelectual, ya que el cambio comienza por nosotros mismos en bien de la difusión del arte y la cultura.

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