Todos fuimos testigos del espléndido discurso que dio Mario Vargas Llosa, en Estocolmo, Suecia, dentro del cual el escritor arequipeño dedicó unas palabras a su esposa Patricia. Sin embargo, evidenciando que ella no había leido el texto con anterioridad, Mario no pudo contener la emoción y quebró su voz por unos minutos. Demostrando su lado más humano y elogiando a su pareja, quien también mostró su sorpresa y un sentimiento entre risas y lágrimas, que inundó a ambos.
Ahora nuestro compatriota, se prepara para recibir el 10 de diciembre el tan esperado Premio Nobel de Literatura 2010, que todo el Perú anhela que reciba y que engalana y enaltece a cada uno de nosotros en Perú.
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