Durante el desarrollo de mis
clases universitarias, uno de mis recuerdos es haber frecuentado el local de la
Biblioteca Nacional del Centro de Lima, que se ubica en la Av. Abancay.
Todavía recuerdo aquellos años
en que nos enviaban para buscar palabras académicas, y posteriormente buscar temas en la infinidad
de libros, los cuales teníamos que buscar mediante unas computadoras, las
cuales nos indicaban en qué sala debíamos buscar.
Y como el mundo es pequeño, no
tardé en encontrar a un excompañero de una de las academias en que estudié.
Situación que fue grata e inesperada. Además saliendo de la BN me encontré con
un excompañero de colegio. Casualidades de la vida que pasan cuando uno está
sin el sentido de alerta.
Sin embargo, otra de las
vivencias que experimenté es haber participado en mi primer taller de creación
literaria. Al que llamaban “Taller para futuros escritores”. Dirigido por el
profesor Herman Herman.
Y como sabemos, ahora hay otro
local de la BN en San Borja. Por tanto, no me extrañaría que en el siguiente
Gobierno se inaugure otro local de la Casa de la Literatura Peruana, y por qué
no, hasta un tercer local.
Por tanto, el ambiente de
aquella entidad es una experiencia única. La infraestructura, el aroma de los
libros, y por supuesto las personas que laboran en aquel local. Todo es
maravilloso. Sin embargo, con una mirada futurista, quién sabe si dentro de
veinte años, ya no tendremos que buscar el libro que necesitamos, puesto que
estará en versión electrónica.
Así que leamos aquellos libros,
puesto que pronto ya no tendremos la gran oportunidad de disfrutar el deleite de
ojear cada página, y cada sala que componen su infraestructura, cuyo material inicial
según la historia, fue reunido por Ricardo Palma, y por tanto se le reconoce
como el “Bibliotecario mendigo”.
Juan Mujica