lunes, 21 de marzo de 2016

CANSANCIO


                                                   Silvia Rodríguez


Voy cayendo junto a una hoja

de otoño sin primavera.

Voy cayendo hacia los laberintos

que abren sus manos para recibir

el aguamiel de este cuerpo.

Falta poco

las alas no resisten el peso de las huidas

los cambios lunares

la soledad cotidiana y el resumen

de estos cuarenta años

siempre a punto de extinguirse.

Qué más infierno

que abandonar toda realidad

y despertar zurciendo

este soplo de mujer

contracturada - diluida

en la colmena de un vano destino.

Cansa sostener la mirada

cuando pesan tanto las sombras

el vacío de este futuro añejo

la brújula con norte apocalíptico

este podrirse con los ojos abiertos

como se pudre el silencio del adobe

bajo la lluvia.

Cansa extraer la sal de una lágrima

y seguir como si nada hubiera pasado.

Caigo, tengo las rodillas sangrantes

el golpe me ha elevado

pero este vuelo es momentáneo

en segundos caeré

y caeré mortal

a pesar de reconocerme.

Enhebro el color de la sangre

en un patio con aroma a toronjil

repaso los signos comenzados

en el génesis de mis senos y

terminados en el apocalipsis de mis huesos

y respiro

y siento

que sólo tengo en la memoria

palabras deformadas

timones de barco sin puerto.

Cansa ser siempre de barro,

siempre costilla,

esto de pertenecer a un mundo infantil

cansa.

Cansa saber que Dios es un niño

jugando a las escondidas aquí


afuera del espejo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario