martes, 22 de marzo de 2016

“La historia sin fin” a 37 años de su creación

Cómo no recordar aquella película que gozábamos con sus aventuras en los años 80, llamada La historia sin fin. Una obra que fue escrita por el escritor alemán Michael Ende, en 1979. Una gama de peripecias en que se ve envuelto un mundo mágico que necesita ayuda, ya que estaría a punto de desaparecer, debido a la enfermedad de su emperatriz.
Según explica el autor, la trama transcurre en un mundo mágico llamado Fantasía, pero al mismo tiempo uno de sus protagonistas, llamado Bastián Baltasar Bux, vive cada una de las emociones que ocurren en las aventuras que están esculpidas en el libro. Dicho sea de paso, aquella novela tiene en su portada el símbolo de un Auryn.
En el reino de Fantasía, un joven guerrero llamado Atreyu, es convocado por la emperatriz, quien le pide que vaya por los rincones de Fantasía y demás partes del mundo, para encontrar una cura para su enfermedad (de la emperatriz).
Como mencionamos, el protagonista “narratario” que es Bastián, es un niño huérfano, en cuyo rol es el que lee la novela, en cuyas páginas se irá leyendo y al mismo tiempo involucrando con el libro, como si él estuviera al lado de Atreyu, viviendo cada una de las peripecias que el joven guerrero va experimentando.
Cabe resaltar, que el narratario de la historia, Bastián, obtuvo el libro, luego que entrara a una librería y le contara cómo es su vida en su escuela, con los compañeros de clase abusivos con los que tiene que enfrentar a diario. El librero llamado Karl Konread Koreander lo escucha, pero en un descuido, Bastián toma el libro La historia sin fin, y se lo lleva a su casa.
Una vez que se sumerge en la lectura de aquel libro misterioso, descubre sobre Fantasía, sobre sus fantásticos personajes, pero también sobre un fenómeno llamado La Nada, la cual va avanzando y destruyendo el mundo mágico de Fantasía. Además, La Nada va fortaleciéndose a medida que la enfermedad de la emperatriz se acerca a su paroxismo.
Conforme el narratario va haciendo lectura, van apareciendo diversos personajes, como el dragón volador, y las aventuras de Atreyu, quien conforme va avanzando la historia, llega el momento en que los personajes de la novela entran en contacto con el narratario de la historia, que como sabemos es Bastián.
Una vez que Bastián está en Fantasía, se presenta ante la emperatriz, y para los que vieron la película, recordarán que le piden al joven narratario que le dé un nuevo nombre a la emperatriz.
Por último, los personajes de Fantasía estuvieron tan agradecidos, puesto que gracias a Bastián se salvaron del poder destructor de La Nada, que lo premiaron como jamás imaginó. Y pudo viajar en el lomo del dragón volador, y fue así que los dos dieron un periplo por la escuela de Bastián, y obligaron a sus abusivos compañeros de clase, a meterse en unos contenedores de basura.
Y fue así que el niño que leyó la novela continuó pidiendo deseos, y mientras más deseos pedía, más fuerte y vigorosa se volvía Fantasía. Y la emperatriz y todo el mundo mágico, volvieron a ser felices y a continuar siendo uno de los lugares fantásticos, que Michael Ende (autor del libro) imaginó y nos legó aquella Historia sin fin.
Juan Mujica

No hay comentarios:

Publicar un comentario