Fue la primera vez, hoy te soñé, era consciente de que estaba volando, de que soñaba contigo, pero no me importaba, yo quería sentirte, quería poder tenerte cerca, después de tanto tiempo. Me sonreías a lo lejos, podía ver tu rostro, era hermoso, el más hermoso. Empecé a llorar en sueños, te necesitaba a mi lado, aprendí a amarte en el momento menos indicado y esperado, recordaba cada palabra, un te quiero, lo era todo, sonreía al prender mi ordenador, sabiendo que tú estabas hay, esperándome, que charlaríamos largas horas, sobre nuestro día, que nos reiríamos de cualquier tontería.
Pero se acabo!, adiós..., fue lo último que me dijiste; ese día salí a caminar sin rumbo fijo, el cielo estaba nublado, mi cabeza daba vueltas, produciéndome una terrible jaqueca, no importaba, no la sentía. Yacía sobre mí, otro dolor, un dolor que me era desconocido, este, estaba haciendo efecto en mí, no sentía las piernas, no sentía mi cuerpo, me dolía el alma, era como si alguien me hubiese estado extirpando el corazón.
¿Cómo podía ser posible?
La lluvia empezaba a caer, el agua azotaba mi rostro, empecé a sentir frío y miedo, corría por el extenso pasadizo, en el cual era consciente que me había perdido, y como en una escena de película dramática, yo corriendo y a la vez llorando, la fuerte lluvia que caía y aquel oscuro pasaje en el cual estaba perdida y por el cual yo corría. Seguía corriendo, no podía dejar de hacerlo. El dolor era cada vez más profundo. Solo quería que no me hiciera más daño; me fui de narices al tropezar con una piedra que yacía en la vereda, y allí estaba yo, tendida en el piso, sangrando a causa del fuerte golpe que me di.
Me quedé allí tirada, mirando la perfecta y profunda noche, la lluvia había parado ya, una noche de luna llena, una intensa y hermosa luna llena. ¿Por qué? ¿Por qué?, me preguntaba una y otra vez , ¿Por qué se había ido? Éramos como una solo persona, estábamos enamorados, todas aquellas promesas, aquellos planes, una historia que recién empezaba y que suponía un final feliz..., y sin saber cómo me quedé dormida, y una vez más empecé a soñar
Me quedé allí tirada, mirando la perfecta y profunda noche, la lluvia había parado ya, una noche de luna llena, una intensa y hermosa luna llena. ¿Por qué? ¿Por qué?, me preguntaba una y otra vez , ¿Por qué se había ido? Éramos como una solo persona, estábamos enamorados, todas aquellas promesas, aquellos planes, una historia que recién empezaba y que suponía un final feliz..., y sin saber cómo me quedé dormida, y una vez más empecé a soñar
No hay comentarios:
Publicar un comentario