lunes, 19 de octubre de 2015

El mundo literario rinde homenaje a Miguel Ángel Asturias a 116 años de su nacimiento

Siempre es grato recordar a personajes que recibieron el máximo galardón por su legado a la literatura universal, y más si se trata de un hispano hablante como lo es el guatemalteco Miguel Ángel Asturias, quien ganó el Premio Nobel de Literatura en 1967.

Asturias fue un escritor, periodista y diplomático, quien coadyuvó a la promoción de la literatura latinoamericana, además corroboró en la cultura occidental, e incluso realizó su aporte a la investigación de los aborígenes, sobre todo de la cultura de Guatemala.

Según sus biógrafos, el Nobel de Literatura de 1967, vino al mundo y fue formado una gran parte de su vida fuera de su país.

Fue cuando estuvo en París, por la década de los años 20, que realiizó estudios en antropología y mitología aborigen. Además algunos entendidos de la ciencia afirman y aseveran que Asturias fue el primer escritor novelista latino que evidenció en la forma, en que los tratados de la antropología y de la lingüística, pueden influenciar en la literatura.

También durante el periodo que radicó en París, representó a uno más de los integrantes de la corriente surrealista. Además se le atribuye participar en el boom latino, durante los años 1960 a 1970.

Una de sus obras más emblemáticas y representativas es El señor presidente, en cuya novela esboza y esgrime su crítica contra la dictadura draconiana de Manuel Estrada Cabrera, el cual tuvo una gestión de gobierno entre 1898 y 1920.

Fue por ser tan crítico con dicho gobierno que tuvo que salir de su país y asilarse fuera, lejos o muy lejos, sobre todo Sudamérica o Europa.

Otra de sus obras fue Hombres de maíz, en la cual sirve de paladín a favor de la cultura Maya.

En 1965, tras haberse exiliado por décadas, recibe el Nobel de la Paz de la Unión Soviética. Sin embargo, recibiría el Premio Nobel de Literatura en 1967, situándolo en ser el tercer escritor de América en ser premiado con dicho título.

Falleció en Madrid en 1974, a la edad de 74 años, siendo su última morada el panteón de Père Lachaise en París.

Juan Mujica



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