Tuve la oportunidad de leer y releer
esta novela, cuyo autor es uno de los dos padres de la ciencia ficción, Herbert
George Wells, que conjuntamente con Julio Verne, constituyen el
dueto de escritores con las historias más alucinantes desde que se tiene recuerdo.
“La guerra de los mundos” es
una obra que narra la invasión de los marcianos a la Tierra. Dicha historia fue
publicada por vez primera en 1898, precisamente por H.G.Wells.
Además cabe recordar que dicha novela
al pasar el tiempo ha servido de influencia creativa para adaptar la historia
en películas, programas de radio, videojuegos, historietas y series de TV.
Según sus críticos literarios y
asiduos lectores, señalan que la historia es narrada en 1904. Luego de 6 años
de comprobarse invasiones de los marcianos, y siendo acuñado un epígrafe
de Johannes Kepler. Para luego introducir una cita hecha por el
narrador. Un escritor de artículos de ciencia especulativa, quien permanece
omnisciente, pero anónimo.
Además se habla sobre la visita a un
observatorio en Ottershaw, por parte de un astrónomo llamado Ogilvy.
Oportunidad en que los personajes son testigos de una fuerte explosión
supuestamente en Marte.
Pasados unos días, un objeto que
creen que es un meteoro, cae a tierra en el campo de Horsell, que
está cerca de Londres. Además el que narra la historia, precisamente
se encuentra cerca del lugar donde cayó un objeto, que por su forma deducen que
es un cilindro, que supuestamente fue arrojado desde Marte.
Luego de tal avistamiento, el
narrador conduce a su familia a Leatherhead hasta que se
informe que los marcianos están sin vida. No obstante, al volver a casa fue
testigo de las maniobras de aquellos habitantes de Marte. Aquellos seres
estaban fabricando unos trípodes. Unas máquinas de guerra, con una altura de
entre 30 a 40 metros de altitud. Eran de metal y además contaban con tentáculos
y una especie de capucha.
Para ese entonces ya todos están muy
asustados. Sin embargo, el narrador al retornar a casa conoce a un artillero,
quien le informa que otro cilindro ha caído a tierra, entre Woking y Leatherhead.
Con esta noticia, el relator deja de
lado a su mujer y huye conjuntamente con aquel hombre. No obstante, al llegar
al río Támesis, se dan cuenta que aquellos trípodes gigantes están
destruyendo a cuanto encuentra a su paso, utilizando para ello una especie de
rayo de calor.
A continuación intervienen en escena
las bacterias inglesas, quienes atacan, y una granada explosiona en la capucha
de una de esas máquinas. Fue entonces que uno de esos gigantes trastabilla y
cae a tierra, ocasionando una gran explosión.
Una vez que cae uno de esos trípodes
gigantes, se paralizan sus rayos calóricos, motivando una ola gigante, con la
cual casi mata al narrador por ahogamiento. Luego conoce a un sacerdote y trata
de huir con él. Sin embargo, ahora los marcianos prueban una nueva arma:
el humo negro.
Y como era de esperarse, la gente
empieza a huir, incluso el hermano del narrador, quien ayuda a dos señoras a
defenderse de unos ladrones. Resultando muy herido producto de los golpes que
recibió.
Aquellas tres personas tratan de
escapar en barco, y cruzar el Canal de la Mancha. Sin embargo, el
capitán de la embarcación intenta enfrentar a las máquinas guerreras. No
obstante, no son rivales para aquellos titanes de metal. Así que dicho barco
explosiona con ellos y el capitán a bordo.
Ante los acontecimientos adversos el
cura empieza a gritar, pero el narrador temiendo que los marcianos lo escuchen,
no tiene más remedio que golpearlo y dejarlo inconsciente.
La situación era tan dantesca que se
toma la determinación que los pocos humanos que quedan vivan en el subsuelo,
bajo tierra, en las cloacas de Inglaterra, para poder salvar sus vidas del
ataque de los marcianos.
Sin embargo, no todo está perdido,
por una casualidad descubren, los pocos humanos que quedan cerca, que los
marcianos no son inmunes a las bacterias de la Tierra. Puesto que no toleran
aquella contaminación interplanetaria de retorno.
Situación que llena de esperanzas a
los que quedan al menos en Inglaterra. Regresando el narrador a Woking, y
se reúne mágicamente con su esposa.
Salvándose los humanos de una
exterminación marciana, y emprendiendo un sistema de defensa, que ahora y hasta
el fin de los tiempos, no estamos seguros de poder librarnos de próximos
ataques de criaturas espaciales, quizá posean armas inteligentes, y ciencia
destructora.
Es por ello que Herbert
George Wells, narra en La guerra de los mundos, una situación
que no estamos libres de sufrir, y que debemos estar preparados, por si
experimentamos un ataque extraterrestre, por parte de alguna civilización
avanzada.
Esgrimista