Los que son mis asiduos lectores
saben que no suelo tratar sobre temas que escapen de la cultura, literatura, etc. No obstante, mañana 16 de marzo, se cumple un año
desde que supimos cómo era la vida dentro de un zoológico.
Hace un año, por culpa de esa
maldita Covid-19, que por cierto se expandió por todo el planeta, nuestro
presidente de aquel entonces tomó la drástica decisión, al igual que muchos
mandatarios a nivel internacional, de decretar la cuarentena, pero, que, además,
se han confundido lo que es cuarentena, emergencia sanitaria y estado de
emergencia.
No obstante, como sabemos desde
que el Coronavirus infectó y seguía infectando y matando gente, los científicos
del mundo iniciaron una interminable carrera por crear la cura, la vacuna
contra aquel virus. Sin embargo, como ya es de información internacional,
varios laboratorios han creado su propia vacuna, la cual está siendo adquirida,
comercializada por los gobiernos y por lo menos en nuestro país se va inoculando
desde los personajes de primera línea, como son los médicos, las fuerzas
armadas, personal que está cerca a los infectados, y ahora continúan los
adultos mayores.
Todos estamos esperando y es
nuestro mayor deseo que esta pandemia acabe. Eso sería lo óptimo, pero también
hay que ser pacientes, puesto que es muy posible (o al menos eso expresan los
especialistas) que queda una carrera dilatada, por lo cual, solo nos resta
tomar todas las medidas que ya conocemos, y también la repetitiva frase “no hay
que bajar la guardia”. Incluso cuando ya tengamos las dos dosis por persona,
debemos seguir las normas ya establecidas. Y, por último, orar para que esta
pandemia pase, pero como también dijeron “la vida ya nunca más será como la
conocíamos”.
Esgrimista
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