Juan Mujica
Recién estamos empezando el año y ya hay discrepancias, y en esta ocasión me refiero al hecho que el presidente Alan García haya elegido nombrar al 2011 como “Año del centenario del descubrimiento de Machu Picchu”, en vez de nominarlo como “Año del centenario del natalicio de José María Arguedas”, y es que al parecer el mandatario en vez de escoger las mociones debatidas entre los congresistas y los intelectuales, prefirió elegir a la ciudadela inca.
Sin embargo, como decía Jack, el destripador: “Vayamos por partes”. Todos conocemos que el nacimiento de nuestro escritor y antropólogo JMA fue el 18 de enero de 1911, por lo que está bien que celebremos su centenario. Sin embargo, al nombrar el centenario del descubrimiento de Machu Picchu, tal como ya lo sostuve en un post anterior, ¿no se estaría viendo el tema con un lente occidental? Ya que así como en el caso anterior también habría que celebrar tomando en cuenta el momento de la edificación de dicho patrimonio cultural.
Y me refiero que en vez de darle todo el crédito a Hiram Bingham, mejor démoselos a los incas, quienes fueron los que construyeron tal maravilla del mundo a mediados del siglo XV, durante el mandato de Pachacutec (1438 – 1470). Y sin ánimos de desprestigiar a nuestro patrimonio cultural, hubiera sido mejor elegir a Machu Picchu, pero tomando en cuenta su tiempo de existencia que es como 560 años desde que está en pie.
Por lo pronto, se ha ignorado el centenario de nuestro escritor, antropólogo y folclorista José María Arguedas, quien es un digno representante de nuestra literatura indigenista, entre otros menesteres. Esta situación no debe volver a ocurrir y todo este año se le debe un merecido reconocimiento a JMA. Ejemplo de entereza y paradigma del peruano del milenio.
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