jueves, 20 de enero de 2011

Presagio

Yamileth Latorre

Un otro se repite
en mi nombre (despidiéndose
y el espejo es una esquina
abierta de búfalos
que se trizan
para asemejarse
a nuestros cuerpos blandos y coherentes
todo, a esta hora, es tan suave
hueso roído
que proyecta una imagen desconocida
consolándonos
del hondo presagio que fuimos.

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