Juan Mujica
En un lugar del océano Pacífico estaba ubicada la isla fantasma, donde se ignoraba quiénes eran sus habitantes, y tan solo flameaba a la distancia una bandera negra con los clásicos cráneo con los dos huesos. Sin embargo, unos náufragos queriendo salvar sus vidas nadaron hasta llegar a sus orillas. Ellos pensaron que había llegado a tierra firme, pero pronto se dieron cuenta que se trataba de la cúspide de una montaña submarina, cuya punta asomaba en medio del mar.
-Parece una isla desierta. Solo veo una niebla que no me deja ver más de cinco metros –expresa uno de los náufragos, quien era el más anciano de los tres.
-Hay que tener cuidado. Esta isla podría tener animales salvajes que pronto vendrán al oler nuestro rastro. Tenemos que estar preparados –profiere otro de ellos, más joven, pero sin barba.
-Relájense. Esta es una isla desierta. Exploremos el terreno y se darán cuenta que no hay nadie más que nosotros –replicó el más joven, casi un adolescente.
-No seas tan ingenuo muchacho –le replicó el anciano, poniendo el oído en tierra para captar la presencia de animales.
-Es cierto, tenemos que ser cuidadosos. Además podría haber nativos antropófagos –prosiguió el adulto más joven.
-Juajuajua, claro, nativos antropófagos, jaaaaa…. ¿No ven que no hay nadie? –decía hermético el adolescente.
La noche les cayó encima y tenían que protegerse. Así que entraron a una caverna, donde podrían pasar la noche. Sin embargo, a medianoche empezaron a salir fantasmas y almas en pena, pero no como los imaginamos como sábanas blancas, sino que salieron del suelo con espadas y lanzas. Parecían unos hologramas de gente sangrienta, pero que sus armas si que eran mortíferas y peligrosas, capaces de cortar y penetrar la carne. Al ver este ejército, el primero que salió corriendo fue el muchacho, quien corrió a campo traviesa hasta llegar a la orilla de la playa. Sin embargo, cuando abrió los ojos luego del desmayo en medio de las olas, vio a los dos adultos junto a unos personajes que no esperaba. Era el director, los actores y utileros de una producción de cine que filmaba: “La isla fantasma”.
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