El investigador británico Robert G. Edwards resultó el ganador del Premio Nobel de Medicina del presente año, por sus éxitos en las investigaciones sobre la fecundación in vitro. Es decir, por la fertilización de un óvulo humano fuera del organismo de la mujer. Por tanto, se le reconoce como el "padre" del primer bebé probeta. Dicho experimento lo realizó conjuntamente con la británica Louise Brown en 1978. Sin embargo, llevaba sus investigaciones desde 1950.
Por lo que planteó la posibilidad de extraer un óvulo, para luego fecundarlo con esperma en un laboratorio y luego introducirlo en el útero de la mujer. Aceptó el desafío, teniendo que luchar contra el riesgo y una fuerte oposición del sistema, que quería frenar su iniciativa por motivos éticos. Así que logró su cometido y por ende ha sido galardonado con la premiación, por haber logrado que el 25 de julio de 1978 naciese el primer miño por la fecundación in vitro. Un verdadero logro y un gran avance de la ciencia moderna.
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